Además de ofrecer programas de mindfulness para todas las edades, el Centro de Mediación Iyali, ubicado en pleno corazón de Collado Villalba, ha puesto en marcha una iniciativa psicoeducativa para madres y padres centrada en facilitar herramientas de atención plena para mejorar la relación con los hijos e hijas adolescentes.
Ser madre o padre es un gran desafío, una tarea en la que no hay experiencia previa. Se aprende sobre la marcha, mientras se ejercita, pero está en constante movimiento y a veces el camino no es fácil. La práctica de mindfulness permite hacer una pausa desde la observación y tomar conciencia de los patrones relacionales y los automatismos parentales para favorecer un nuevo equilibrio en la familia.
Algunos principios básicos para mejorar la comunicación con los hijos e hijas en general, pero en concreto durante la adolescencia son:
La práctica de mindfulness tiene como objetivo dirigir la atención hacia el momento presente y propone una serie de comportamientos básicos. Jon Kabat-Zinn, profesor emérito de medicina y el creador de la “Clínica de Reducción del Estrés” y el “Centro de Atención Plena en Medicina, Atención Médica y Sociedad” en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts, define nueve actitudes:
A veces podemos tener una visión sobre determinadas situaciones u opiniones y los adolescentes las ponen en cuestión en forma continua. En otras ocasiones, hay cierta dificultad para establecer vínculos. En estos casos, podemos elegir estar en conflicto permanente o abrirnos a la nueva situación con apertura y curiosidad.
La práctica de mindfulness nos ayuda a tener una actitud abierta y de escucha y ofrecer una respuesta reflexiva ante las demandas de las situaciones. Y esto no significa que no sentemos límites, sino que se establezcan con amor desde una comunicación en la que exista interacción y claridad.
La pausa a la que nos invita la práctica de mindfulness nos permite detectar la emoción o sensación que aparece en ese momento y desarrollar la capacidad de contenerla durante un tiempo, pudiendo estar con lo que se siente, aunque eso resulte doloroso. De esta forma, nos cuidamos como madres y padres porque nos escuchamos y a la vez, cuidamos a los hijos.
La práctica de mindfulness ofrece consciencia a los procesos automáticos y nos ayuda a descubrir las emociones cuando surgen para poder parar y reflexionar antes de actuar.
Los beneficios no son solo individuales: la parentalidad consciente contribuye a promover en el hijo o hija relaciones de apego seguras y facilita una mejora de la relación entre padres, madres e hijos asociada a los cambios vitales tan pronunciados que se dan en esta etapa.
Las sesiones pueden ser individuales o grupales en formato online o presencial. Se estiman necesarios entre cinco y ocho encuentros.
El programa de mindfulness orientado a madres y padres que llevamos adelante en Iyali está basado en Parentalidad consciente de Laura Barrio Martínez, psicóloga sanitaria y psicoterapeuta familiar, cuyo objetivo es fortalecer y cuidar las relaciones paterno-filiales durante la adolescencia.
Para más información, puedes escribirnos a info@iyalimediacion.org
(Foto: Cortesía de Helena Lopes)