Iyali significa “familia” en hausa y “corazón de tierra” en azteca. Ambas definiciones nos inspiran para dar nombre a este centro que nace con el propósito de difundir los beneficios de la mediación humanista, el cuidado y el apoyo hacia las personas y sus relaciones. Una iniciativa que tiene el deseo de ofrecer un espacio de comunicación seguro basado en la igualidad, sin juicios, un ecosistema que facilite el encuentro y nos permita reconectarnos con nosotras mismas y con los demás.
“Dentro de cada problema está la solución.”
(Bill Molison, creador de la Permacultura)
El conflicto es un hecho cotidiano y forma parte de todas las relaciones humanas. Se manifiesta de distintas formas y en diferente grado de intensidad. A pesar de ello, muchas personas nos sentimos incomódas ante el propio conflicto.
No estamos educadas para afrontar algo tan común como puede ser un enfrentamiento o una contraposición de intereses entre dos o más personas.
Hemos descubierto en la mediación una herramienta de provención (desarrollo de habilidades y actitudes para resolver los conflictos en sus primeros estadios), un camino que nos ayuda a valorar las relaciones humanas, un espacio de cuidado, apoyo y escucha.
Asimismo, la mediación tiene una función pedagógica: a partir de las diversas miradas podemos crecer y adquirir nuevas capacidades.
Con una clara intención de apoyar las relaciones humanas, el Centro de Mediación Iyali propone analizar el conflicto para encontrar una solución y convertir lo negativo en positivo. Romper el paradigma bueno-malo y descubrir en cada problema parte de la solución.
Trabajar con niños y niñas que habían pasado por diferentes situaciones traumáticas me llevó a formarme en Somatic Experiencing®, un enfoque psicobiológico para la resolución del trauma.
En el marco de la Agenda 2030 impulsada por las Naciones Unidas, el Centro de Mediación Iyali asume dos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):
La mayor parte de nuestros muebles son reciclados y reutilizados; promovemos el consumo consciente de recursos naturales como agua y luz como así también el uso de productos de limpieza respetuosos con las personas y el medioambiente.
Compramos productos de proximidad y a proveedores locales.
Estamos en diálogo permanente creando nuevas formas de compromiso y colaboración con distintos grupos de interés, sobre todo en la sierra noroeste de Madrid.
Un porcentaje de nuestros ingresos se destinan a apoyar dos proyectos humanitarios, Aldeas infantiles y Médicos Sin Fronteras.