Mindfulness: parentalidad consciente

Ser madre o padre es un gran desafío ya que las necesidades de los hijos e hijas son muy cambiantes. Es una tarea en la que no hay experiencia previa: se aprende mientras se ejercita. Si bien en todas las etapas de la vida aparecen momentos de estrés que dificultan la relación con los hijos e hijas, durante la adolescencia surgen desencuentros más profundos.
La práctica de mindfulness en la parentalidad consciente es una herramienta de cuidado de las relaciones familiares, que permite a las madres y a los padres hacer una pausa desde la observación y tomar conciencia de los patrones relacionales y de los automatismos parentales.

¿En qué situación me puede servir? 

A veces podemos tener una visión sobre determinadas situaciones y los adolescentes las ponen en cuestión en forma continua. En otras ocasiones hay cierta dificultad para establecer vínculos. Podemos elegir estar en conflicto permanente o abrirnos a la nueva situación con apertura y curiosidad.
La práctica de mindfulness nos ayuda a tener una actitud abierta y de escucha. Y esto no significa que no sentemos límites, sino que se establezcan desde la interacción y la comunicación.

¿Cuáles son los beneficios de realizar un programa de mindfulness centrado en la parentalidad?

La práctica de mindfulness ofrece consciencia a los procesos automáticos y a descubrir las emociones cuando surgen para poder parar y reflexionar antes de actuar.

¿Cuánto tiempo puede durar el proceso?

Las sesiones pueden ser individuales o grupales en formato online o presencial. Se estiman necesarios entre cinco y ocho encuentros.