Normas en un proceso de mediación: la importancia de la escucha activa y mindfulness

Con la intención de cuidar a las personas y sus relaciones, en las mediaciones que llevamos adelante en el Centro Iyali, mediación humanista incluimos distintas herramientas como la Escucha Activa y Mindfulness para facilitar la escucha, la comunicación y la resolución de conflictos.

 

Alguna de las ventajas de la escucha activa para el emisor son:

 

  • Comunica interés, comprensión, aceptación y respeto;
  • Fomenta la autoconfianza, autonomía, desahogo, alivio, expresión emocional y resolución del propio problema.

 

Alguno de los beneficios de la escucha activa para el receptor son:

  • Aumenta el interés hacia la otra persona;
  • Más tolerancia al no querer imponer mi criterio;
  • Aumenta la confianza hacia la otra persona y a su capacidad de encontrar soluciones propias a sus conflictos.

 

La práctica de atención plena o más comúnmente llamada mindfulness tiene entre sus principios el autocuidado, el no juzgar, la paciencia y la aceptación; y entre las actitudes básicas que sostiene se encuentran la amabilidad, la tolerancia, la no violencia, la empatía y la ecuanimidad, entre otras. Por ello, creemos que es conveniente incluirla como herramienta fundamental en los procesos de mediación.

 

Abandonar el “piloto automático” y estar en el momento presente para escuchar lo que nos dice la otra persona puede convertirse en un camino hacia la resolución del conflicto.

 

En este marco, en el Centro Iyali, mediación humanista proponemos llevar adelante una serie de normas que facilitan la escucha, la comunicación y los acuerdos:

 

  1. Las personas eligen voluntariamente iniciar un proceso de mediación;
  1. Todas las partes que intervienen están sujetas a una total y estricta confidencialidad;
  2. Escuchar con actitud activa: la invitación es intentar escuchar y ser capaces de comprender a la otra personas;
  3. La persona mediadora no juzga y tiene una actitud neutral, independiente e imparcial;
  4. Las distintas partes deben ser respetuosas, no interrumpir ni manifestar conductas agresivas. La persona mediadora se reserva el derecho a suspender la sesión ante conductas inapropiadas;
  5. La persona mediadora se compromete a dar el tiempo suficiente y las mismas oportunidades de expresión a todas las partes;
  6. La figura de la mediadora tiene como objetivo mejorar la comunicación y buscar los puntos de acuerdo;
  7. La mediación puede darse por concluida si las partes son incapaces de llegar a acuerdos y no hay posibilidad de diálogo. También si se evidencian conductas irresponsables de alguna de las partes en conflicto;
  8. La persona mediadora y las partes se comprometen a actuar con buena fe y colaborar durante el desarrollo del proceso para llegar a acuerdos y su posterior cumplimiento.

 

Si quieres saber más sobre la escucha activa y mindfulness aplicados a los procesos de mediación, puedes escribirnos a info@iyalimediacion.org.